¿Realidad o Ficción?

¿REALIDAD O FICCIÓN?

SrEstricto

Hace ya algunos años, estando un día en el chat, me encontré con una sumisa, con la hablaba siempre en el general, totalmente desanimada y con ganas de dejar este mundo.

Le pregunté el porque aquella decisión y su respuesta me dejó sorprendido, bajo las siglas BDSM, ella había sufrido por parte de la mayor parte de Amos que había conocido, lo que algunos llamarían malos tratos, no voy a entrar ahí, pero ella llegó a la conclusión de que esto solo era eso.Le dije que se diera un tiempo y si quería yo la podía ayudar y enseñar, aceptó.

Durante un tiempo, me dediqué a conocerla, entenderla y descubrir sus intereses y deseos, cosa que no había hecho nadie hasta entonces.

 Por fin llegó el día de una sesión en real, ya la conocía perfectamente y tenía claro que haría con ella, quitarle sus miedos, y ese era el momento, ahora o nunca. Eran sobre las 5 de la tarde, día gris, muchas nubes, ella ya estaba en el hotel y yo me acercaba con el coche, buscando sitio para aparcar, cosa nada fácil en el centro. Llamé a la puerta, me abrió, estaba enfundada en un vestido negro, no la había dicho que ropa ponerse ni nada, así que aquello me pareció perfecto para la ocasión. La abracé y la di dos besos, estaba entre nerviosa e intranquila, así que la dije que se tranquilizase, nada malo le pasaría y que se dejase llevar, solo eso.

Me senté en la única butaca de la habitación, mirandola, ella estaba ahí, de pies, mirando, no podía dejar de mover las manos, espectante, así que la sonreí y seguido la dije con voz firme, desnúdate. Realmente estaba nerviosa, pero acató la orden sin rechistar y con una sonrisa en la boca, aquello me agradó mucho. Pasé un rato sentado, mirándo su desnudez, en ningún momento hizo gesto alguno de taparse, asumió como estaba con una gran naturalidad, al final me levante y mi mano recorrió algunas partes de su cuerpo.Algún cachete cayó en su culo y cuando mis dedos buscaron su sexo, estaba totalmente inundado, estaba excitada y su cara reflejaba su estado.
 Volví a sentarme y la dije que ordenara todo lo que había traido, ella colocó todos los juguetes sobre la mesa, a los que añadí yo algunos que había comprado expresamente para ella. 

Empecé colocandola unos succionadores de pezones y clitoris, bricosado total, fabricados por ella y geniales. Sabía que tenía terror a la fusta, yo suelo usar fustas de doma, no de los sex shops, así que la saqué y la coloqué en su boca, su gesto cambio, la miraba como asustada y la tranquilicé.

  Pasado un rato, la hice inclinarse sobre la cama, apoyando sus manos en ella, tomé la fusta de la boca y la dije, si ves que no eres capaz de soportarla, simplemente di basta, ella asintió, temblaba. Comencé recorriendo su cuerpo con la fusta, de vez en cuando, le daba algún suave azote, que la fuese sintiendo, aumentando en ritmo y un poco la fuerza, su piel se volvía rojiza, un color precioso en algunas zonas de la sumisa.



No diré cuantos azotes recibió, entre otras cosas porque perdi la cuenta, lo importante es que en ningún momento dijo basta, lo cual agradecí provocándole su primer orgasmo, brutal, increible, lo disfrute casi tanto como ella.

 Llego el momento de tumbarla en la cama, manos a los tobillos, pies en alto y abiertos, quité los succionadores y abrí sus labios con unas pinzas, sexo abierto y nuevamente tomé la fusta, ya no estaba nerviosa, pero no se esperaba lo que venía. El clitoris sensible por el succionador, una fusta dando finos toques a este, con velocidad, suaves, sin provocar dolor, volvió a correrse, no pudo aguantar, disfrutó.




En un plazo de unas 3 horas, llegó a correrse 5 veces, de distintas formas, mi polla, no salió del pantalón, era el momento de ella, no el mio.

Al final, la mandé a la ducha y cuando salió la dije, que tal la fusta? Su respuesta fue sencilla, en mi vida había usado nadie la fusta así conmigo, gracias y besó la fusta. Ella guarda esa fusta, es por y para ella, igual que los juguetes que le compre, le recordarán siempre lo que es y como tiene que ser. Después me la llevé a dar un paseo por las nubes.
                                       

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2012-EsenciaD/s